¡Que te Perdone Dios, por que yo...!

¿Cuantas veces hemos escuchado frases como estas, entre amigos, conocidos, en la televisión, radio etc.?

•           ¡Que lo Perdone Dios!
•           ¡Yo no soy Dios para Perdonar!
•           ¡Yo disculpo, pero no perdono!
•           ¡Yo Perdono, pero no olvido!
Perdón, es la palabra mas difícil de pronunciar para un ser humano. No es para menos. ¿Quién no ha recibido alguna traición de parte de un Amigo, un familiar o un compañero de trabajo? No es fácil para ningún ser humano lidiar con semejante acción.

Veo como amigos de toda la vida, han tenido que terminar su amistad por alguna situación. He visto familias hermosas que por muchos años permanecían unidas y hoy se han visto totalmente separadas por no saber perdonar.

Entonces ¿Que es el Perdón?

Según la Real Academia Española, Perdón es la Remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente.

Sin embargo, para nosotros los Cristianos el perdón va mas allá. Inclusive, creo que El Perdón es esencial para lograr la salvación y la vida eterna que Dios nos ha prometido. En la oración que Dios mismo nos enseñó "El Padre Nuestro" hay una frase que dice "Perdona nuestras ofensas, como también PERDONAMOS, a quienes nos ofenden". Así que puedo interpretar que seremos perdonados según nuestra capacidad de perdonar.

También Jesús nos dice en Mateo 18:21-22

21 Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:

—Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?

22 —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces[a] —le contestó Jesús—.

En San Juan 20:23

23 —A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados, y a quienes se los retengáis, les serán retenidos.

Muchos de nosotros vivimos con ese sentimiento de ira y de rencor en nuestro ser hacia alguna persona y consumimos muchísimas energías en ello. Inclusive, es un hecho, que muchos cristianos activos en la iglesia, de cualquier denominación, aun profesando la Fe, llevando la palabra de Dios, y asistiendo a la iglesia con regularidad viven con esa carga de alguna enemistad con un hermano y no encuentran la voluntad de pedir perdón aun cuando lo sienten en el corazón. Es que ese paso es difícil, pero es posible lograrlo cuando dejas que el Espíritu Santo entre en tu corazón y tu permitas que moldee tu vida, tu carácter y tu personalidad.

En la página www.labibliaweb.com escribe algunos pasos que me parecen básicos e importantes para lograr llegar al perdón. Estos pasos son los siguientes:

1. Reconocer el resentimiento y enfrentar lo que lo provocó.

2. Reconocer que hay pecado en la mala respuesta al problema. Esto requerirá arrepentimiento.

3. Confesión de su pecado a Dios. Ir a la otra persona involucrada y resolver el problema.

4. Reconocer una nueva actitud que llevará a la madurez. Reconocer que lo que sucedió tiene sentido y propósito, aunque en ese momento no lo comprendamos. Si Dios permite algo en nuestras vidas lo utilizará para nuestro bien.

La liberación del rencor

1. Ceder toda la responsabilidad de cualquier castigo a Dios (Romanos 12.19-21)

2. Ver el propósito de la ofensa (1 Pedro 2.19-24). Tener una actitud positiva ante la ofensa y no una negativa ante el ofensor. Muchas veces lo que nos pasa es merecido por no hacer lo que es correcto; ante lo que recibimos injustamente pidámosle gracia especial a Dios pues para ese propósito hemos sido llamados: Dios nos llama a vencer el mal con el bien.

3. Ver cómo Dios utiliza la ofensa y al ofensor como instrumentos para nuestro bien: Lucas 23.34 – 2 Samuel 16.11

4. Ver las heridas de la ofensa como la manera en la que Dios dirige nuestra atención hacia las necesidades del ofensor – Hechos 16.16-18. A través de las actitudes pecaminosas del ofensor podremos ayudarlo a encauzar su vida de acuerdo a los lineamientos de Dios.

Una de las cosas que mas pesan en nuestra alma es vivir con rencor, por lo que el perdón es una especie de válvula de escape donde nos liberamos de todas esas toxinas que tanto daño nos hacen.

Busquemos conciliarnos con nuestros amigos, familiares y conocidos si queremos pretender conciliarnos con el Señor nuestro Salvador.
Dios Los Bendiga